Por Cesar Fragoso. Dirigente del PRSC. Pasaron las elecciones, ganó Danilo Medina, ganó el pueblo dominicano.
Ahora trabajemos todos para continuar con el progreso de la Patria.
Esta contienda electoral nos presenta unos resultados que deben analizarse
con ponderación por todos los que formamos parte del quehacer político
nacional.
Un tema a considerar es que, ninguno de los dos grandes partidos puede
ganar sin los aliados ya que, por si solos, no llegan al 50% de los votos. No hay
que dar muchos detalles sobre esto pues los números hablan por si solos.
Otro elemento importante lo representan las luchas internas que se dan en
los partidos, motivadas especialmente por intereses personales de sus
dirigentes, los cuales prefieren perder las elecciones antes que dar su brazo a
torcer por el beneficio de la organización política de la que forman parte. En
este sentido el PRD es el mejor de los ejemplos.
El PRSC, aunque también dividido por las mismas razones antes expuestas, ha
resultado el gran ganador de las recién pasadas elecciones.
Lo primero a considerar es que fue muy acertada la decisión de la
franquicia reformista al decidir apoyar al PLD y que le contaran los votos. Con
esto se lograron los dos grandes objetivos que estuvimos planteando durante
toda la campaña; se fortaleció el partido y, sin lugar a ninguna duda, fueron
los votos balagueristas los que definieron el triunfo en primera vuelta de
Danilo Medina.
Los reformistas dimos una demostración de entereza como pocas veces se ha
visto en la historia política del país. Sacamos un partido del abismo oscuro y
profundo y lo convertimos en una verdadera fuerza electoral a la que habrá que
tomar muy en cuenta, tanto para el nuevo gobierno que se inicia el 16 de
agosto, como para las elecciones del 2016.
Nuestro triunfo como PRSC va mucho mas allá del 2012, ahora tenemos que
prepararnos para seguir adelante. Nos espera un camino tormentoso lleno de
vicisitudes y esperanzas en el que
nuestros dirigentes, miembros y simpatizantes, tendremos que jugar un papel
estelar para seguir creciendo y aprovechar esta gran victoria.
Si bien es cierto que el Partido Reformista fue el gran ganador de esta
contienda, no menos cierto es que pudimos haber estado mejor. Si hubiésemos ido
al ruedo electoral, unidos y con nuestro propio candidato, o hubiéramos apoyado
todos al PLD, estaríamos aún mejor y con mas fuerza para el 2016.
Busquemos pues la manera de pensar en el futuro con el entusiasmo del
presente, para que sigamos siendo los grandes ganadores del hoy y del
mañana. Adelante reformistas, a paso de
vencedores.
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